Un escándalo sacude al Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), el del canciller Olaf Scholz., después de que al menos nueve mujeres que asistieron a la tradicional fiesta de verano reservada a los miembros del partido fueron víctimas de la llamada “droga de la violación”.
   

El caso, que fue informado por el diario berlinés Tagesspiegel, se remonta al miércoles pasado.
   

 La condena de los líderes de los socialdemócratas, que hablaron de un “acto monstruoso” y dejaron claro que habían denunciado inmediatamente el hecho a la policía, fue muy dura.
   

Según Tagesspiegel, unas mil personas participaron en la fiesta, organizada en la cancillería antes del receso parlamentario, entre ellos Scholz, junto a muchos diputados y sus colaboradores. Al día siguiente, la policía anunció que había recibido la denuncia de una joven de 21 años, que no recordaba nada.


   

La mujer solo refirió que había consumido alimentos y refrescos, y que se sentía enferma, con náuseas y mareos. En ese momento, se abrió una investigación contra personas desconocidas por lesiones personales graves y mientras tanto se reportaron al menos otros 8 casos, informó el SPD.
   

 Según medios alemanes, las víctimas ingirieron las llamadas “gotas KO”, una droga líquida insípida que se mezcla fácilmente con las bebidas y que produce una serie de efectos nocivos, desde pérdida de memoria a corto plazo hasta desmayos.
   

Los atacantes las utilizan principalmente para el abuso sexual, pero también para el robo.
   

 Para los dirigentes del SPD fue “un susto”.
   

 “Me enfada que pueda pasar algo así en un evento organizado” por el partido, subrayó el colíder (junto a Scholz) Lars Klingbeil, y dijo que espera que los responsables sean detenidos y procesados ;;lo antes posible.


  

Un portavoz confirmó que la fiesta estaba reservada para los miembros del partido y solo se podía asistir por invitación.
   

No agregó mucho más, salvo que “todavía hay pocas certezas” y que “la policía está investigando”.
   

Según el Berliner Zeitung, la policía registró el año pasado 22 casos de agresiones con drogas violatorias en la capital alemana. Su número real, sin embargo, podría ser mayor, ya que muchas víctimas recuerdan muy poco el ataque o se avergüenzan de hacer la denuncia.
   

Precisamente por eso, una responsable del grupo parlamentario del SPD, Katja Mast, invitó a los asistentes a la fiesta a dar el primer paso.
   

No se descarta que las víctimas de la fiesta en la cancillería puedan ser muchas más. (ANSA).