
Muchas mujeres desean tener un hijo y ven esto como un logro más en su vida, ese fue el caso de una profesora universitaria que anhelaba mucho quedar embarazada.
Debido a varias dificultades para quedar embarazada, Mia se sometió a diversos tratamientos y luego de intentarlo una y otra vez, la profesora descubrió que en efecto había quedado en embarazo.

Su estado de gestación lo confirmó con una prueba de sangre, luego de 2 meses de embarazo ella y su marido decidieron contarle solo a la mamá de Mia de su estado; no obstante, la mujer se llenó de un miedo intenso a perder ese ser que tanto había deseado, por lo tanto, prometieron que guardarían el secreto hasta que fuese inevitable ocultarlo.
A pesar del cuidado que tuvo la profesora para proteger su embarazo, dos semanas más tarde Mia tuvo que pasar por un aborto espontáneo y claramente este acontecimiento fue un duro golpe para su familia y para ella.

Pasaron 18 meses para que la pareja experimentara de nuevo la alegría de un embarazo, en esta ocasión todo resultó bien y Mia dio a luz una pequeña niña a la que llamaron Ana Julia. Después de su nacimiento la familia acordó que nunca mencionarían algo sobre el terrible y entristecedor aborto.
Luego de 6 años la pequeña se dirigió a su madre y le preguntó sobre el hijo que tuvo antes de ella; la maestra se sorprendió, pues recordó que junto a su familia habían quedado en no mencionar nada al respecto.