Si se tiene prisa o uno no se quiere complicar, el microondas es un buen recurso tanto para calentar una fiambrera como para cocinar algo rápido sin ensuciar toda la cocina. Mientras que todo el mundo tiene en mente que hay ciertos materiales que no se pueden introducir en este pequeño electrodoméstico (el metal es el más peligroso, salvo una cuchara), son pocos los que son conscientes de que hay ciertos alimentos que no son aptos para esta forma de cocinar.
Este es un listado de ingredientes y platos que no se deben hacer en el microondas.
Naranja
Puede que no sea lo más habitual, pero no por ello es menos importante destacar que la naranja no se debe introducir en el microondas. En este caso no supone ningún riesgo para la salud, pero tiene una desventaja: pierde toda la vitamina C.

Huevos duros
No es aconsejable ponerlos en el microondas antes de pelarlos ni después. La razón es que la humedad que albergan en su interior crea una acumulación de calor que hace que funcione como una olla a presión y, por lo tanto, hay peligro de que exploten. Por eso, en el caso de que sea imprescindible calentar un huevo cocido en el microondas, lo mejor es cortarlo en pedazos pequeños.
Arroz
La Agencia de Normas Alimentarias de Estados Unidos emitió un informe al respecto de cocinar arroz en el microondas. En él explica que este alimento contiene una bacteria altamente resistente a las altas temperaturas, por lo que con este método de cocinado no es del todo seguro y puede provocar que los que lo ingieran sufran una intoxicación alimentaria.

Brócoli y espárragos
En el caso de estas verduras, las razones son muy parecidas a lo que ocurre con las naranjas. Tanto el brócoli como los espárragos pierden la mayor parte de sus propiedades cuando son calentados en el microondas.
Leche materna
Cuando se ha puesto de moda congelar la leche materna como forma de dar más independencia a las madres en el periodo de lactancia, cabe recordar que calentarla en el microondas no es la mejor opción. A nadie se le escapa que este pequeño electrodoméstico calienta la comida de forma desigual, lo que puede ser un problema a la hora de alimentar a un bebé: algunas partes pueden parecer frías o a temperatura adecuada, pero otras estar demasiado calientes y provocar quemaduras.