Almacenar los huevos es importante porque afecta tanto su sabor como su calidad de conservación. Puede hacerlo en el refrigerador, pero no todas las partes son aptas para este propósito. No guarde los huevos en la puerta, ya que la temperatura fluctúa significativamente, lo que facilita la proliferación de bacterias.
La FDA recomienda almacenar los huevos a una temperatura no superior a 4 °C (40 °F). La mayoría de los refrigeradores modernos cumplen con este requisito, pero el factor más crucial es la estabilidad de la temperatura. El lugar más fresco y estable en términos de temperatura es cerca de la pared trasera de los estantes, en lugar de cerca de la puerta, que suele estar expuesta al calor debido a las aberturas.
Abrir la puerta del refrigerador por un corto tiempo no calienta los alimentos al instante. Sin embargo, si deja la puerta abierta durante mucho tiempo o la abre con frecuencia, el aire caliente acabará calentando los alimentos, especialmente los almacenados cerca de la puerta. Las cáscaras de huevo son porosas, lo que significa que tienen pequeños orificios que permiten el paso del aire caliente. Esto crea un ambiente perfecto para el crecimiento de bacterias a temperaturas superiores a 4 °C. Esto puede provocar que el producto se estropee rápidamente.
A continuación, te explicamos cómo mantener los huevos frescos.
Las condiciones de almacenamiento de los huevos dependen de su origen. Los huevos que se compran en tiendas deben refrigerarse inmediatamente, ya que la capa protectora natural (flor) se elimina durante el procesamiento. Esto los hace más susceptibles a la contaminación por microbios.
Los huevos de granja, en cambio, conservan esta capa y pueden conservarse a temperatura ambiente hasta dos semanas si no se lavan. En el refrigerador, estos huevos pueden mantenerse frescos hasta tres meses.
Es mejor dejar los huevos en su envase original, con el extremo afilado hacia abajo. No deben almacenarse cerca de productos con olores fuertes, ya que la cáscara absorbe los olores. Esto puede afectar el sabor y dar la falsa impresión de que están podridos.