La princesa Leonor es guardiamarina, es decir, cadete de la Marina Real. Cumple con su deber a bordo de un buque escuela. Sube por la escalera hasta el mástil del barco (la parte más alta del mismo), tensa las velas (las banderas del costado del barco), friega suelos (lava la cubierta con un cepillo), carga sacos (lleva cosas) y hace guardia (vigila el barco). El agua salada le golpea en la cara… Y llega puntual a clase, a las ocho de la mañana. Es, además, una joven de su tiempo a la que le gusta divertirse y disfrutar de la vida. Tiene 19 años y es el momento de hacerlo, aunque en su caso tenga que pagar un precio extra: es el ‘precio’ de la Corona. Leonor quiere formarse lo mejor posible. Es todo tenacidad y esfuerzo, y llama la atención la determinación y el entusiasmo con el que asume su destino. Otro baño de realidad entre bulos. Habían cruzado el Atlántico, navegado durante 22 días con las velas desplegadas gracias a los favorables vientos alisios, y atracado en Salvador de Bahía el 14 de febrero con una puntualidad asombrosa. La Princesa de Asturias pisó por primera vez suelo americano, al ritmo de una animada batucada y con toda la ilusión del mundo por descubrir la ciudad. Había mucha alegría.

Leonor fue fotografiada disfrutando de la fiesta de la Terça da Benção, que se celebra antes de los famosos carnavales de la ciudad. Los fotógrafos brasileños tomaron las imágenes durante la actuación de la banda Olodum, uno de los grupos musicales brasileños más conocidos internacionalmente, en la Plaça das Artes, en el Pelourinho, el barrio histórico (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985) de esta ciudad llena de vida.

Las primeras fotografías (publicadas por @spainsroyals) revelaban una noticia impactante. La Princesa de Asturias había sido vista besando a alguien, y la noticia apareció en cientos de periódicos. Las imágenes que se han compartido no muestran mucho más de la heredera que lo que se publicó de ella cuando estaba en Zaragoza, pero la calidad de las imágenes es mejor.

Aquí está Leonor en su tiempo libre, cuando realmente se siente ‘anónima’. Es una niña que baila con otros niños y niñas en una ciudad animada que se prepara para el carnaval.

No se le permite hacer escenas de amor ni mostrarse cariñosa, pero se lo pasa genial y disfruta de su libertad. Lo hará pensando que algún día será la futura Reina de España. Ya hay muchas noticias inventadas sobre ella. Algunas de estas historias han sido copiadas sin comprobarlas. Una historia dice que le pagaron 100.000 euros como Heredera de la Corona pero no tenía asignación. También se dice que la Guardia Real la sacó de un lugar porque estaba ‘muy incapacitada’, e incluso se dice que su padre le regaló un coche por su 18 cumpleaños. Recientemente, se habló de que no se estaba adaptando a la vida a bordo y quería volver a casa, pero no hizo falta que dijera nada. Demostró su habilidad, valentía y aptitud física subiéndose a un poste, desmintiendo los rumores y continuando con su trabajo.

No es solo la información; también son las fotografías generadas por IA, los videos falsos de ella bailando en TikTok y las cuentas que se hacen pasar por ella para realizar estafas. La cantidad de noticias falsas es constante, pero la imagen de Leonor en las Fuerzas Armadas es imbatible. Ya lo hemos dicho: es una princesa muy responsable que trabaja duro, se sacrifica para entrenar lo mejor posible y abraza su destino con una sonrisa.