Para muchos, limpiar es una tarea interminable: polvo, manchas de grasa, cal, suciedad en el suelo… Las listas de tareas crecen, pero la energía y las ganas disminuyen. Los productos de limpieza comerciales suelen ser decepcionantes: son caros y los resultados son mediocres. Además, contienen muchísimos químicos agresivos que son perjudiciales tanto para la salud como para el medio ambiente.
¡Pero hay un truco inesperado que realmente facilita la vida! Mezclar pasta de dientes con lavavajillas crea una solución de limpieza versátil y muy eficaz. Es económica, más segura que las alternativas comerciales y funciona de maravilla incluso con las manchas más difíciles.
Necesitarás:
150 ml de lavavajillas
1 cucharada de pasta de dientes
150 ml de agua
1 cucharada de bicarbonato de sodio
Instrucciones:
Mezcla la pasta de dientes con el lavavajillas y mézclalo bien. Agrega agua y revuelve de nuevo hasta que esté suave.
Agrega bicarbonato de sodio y revuelve de nuevo.
Vierte la mezcla en una botella de detergente vacía. ¿Dónde usarlo?
En la cocina: Elimina la grasa de encimeras, estufas y campanas extractoras a la perfección.
En el baño: Elimina la grasa de fregaderos y azulejos.
En casa: Elimina la suciedad y las marcas de pisos y otras superficies.
La pasta de dientes actúa como un abrasivo suave, ayudando a eliminar manchas quemadas o difíciles. El lavavajillas disuelve eficazmente la grasa, mientras que el bicarbonato neutraliza los olores y potencia la limpieza.
El resultado es un limpiador doméstico potente, versátil y ecológico, sin gastos innecesarios ni productos químicos.