Los científicos han confirmado una vez más que fumar es uno de los factores de riesgo más importantes para el cáncer de páncreas. Investigadores estadounidenses han descubierto que el humo del tabaco desencadena un mecanismo dual que acelera el crecimiento tumoral y debilita las defensas del organismo.
Qué sucede en el cuerpo de un fumador
Resulta que el daño del tabaco no se limita a los pulmones. Un equipo de la Universidad de Michigan descubrió que los fumadores con cáncer de páncreas presentan una evolución significativamente más grave de la enfermedad. La revista Cancer Discovery describe cómo una toxina presente en el humo del cigarrillo, la TCDD, interfiere con el sistema inmunitario.
Activa células especializadas llamadas células T reguladoras (Treg), que generalmente ayudan a controlar la inflamación. Sin embargo, bajo la influencia de la toxina, comienzan a proliferar excesivamente, lo que dificulta la capacidad del sistema inmunitario para combatir el tumor.
Cómo el tabaco acelera el crecimiento tumoral
Los científicos han descubierto que estas células secretan una proteína llamada interleucina-22 (IL-22). No solo estimula la división celular cancerosa, sino que también bloquea las defensas del organismo.
“Las células T reguladoras se desplazan hacia el lado del tumor, ayudándolo a crecer y hacer metástasis”, explica el Dr. Timothy Frankel, autor principal del estudio.
En experimentos con ratones, la toxina del cigarrillo provocó un rápido crecimiento del cáncer y metástasis. Sin embargo, tras eliminar las células T reguladoras, los tumores dejaron de crecer.
¿Por qué el cáncer es más agresivo en fumadores?
Al analizar tejido de personas con cáncer de páncreas, los científicos observaron el mismo patrón: los fumadores tienen una cantidad significativamente mayor de linfocitos T reguladores que los no fumadores. Esto explica por qué la enfermedad progresa más rápidamente y es más difícil de tratar.
Según los especialistas, este descubrimiento abre la puerta a nuevos enfoques terapéuticos. Al aprender a bloquear estas células, podemos restaurar las defensas antitumorales del organismo y aumentar la eficacia de la inmunoterapia.
Otra razón para dejar de fumar.
Expertos de Santé Publique France nos recuerdan que un tercio de todos los casos de cáncer están relacionados con el tabaquismo. Y afecta más que solo los pulmones: el tabaco daña el páncreas, la boca, la garganta, la vejiga, el útero y otros órganos.
La conclusión principal es clara: dejar de fumar reduce significativamente el riesgo de cáncer. Programas de apoyo, como el Servicio de Información sobre Tabaco, recomendado por Top Santé, pueden ayudar a quienes deciden dejarlo.