Ante el creciente número de fraudes telefónicos, la Policía ha compartido un método eficaz para identificar llamadas sospechosas y evitar caer en las estafas. Un portavoz del Cuerpo advierte de que “te pueden llamar desde el hospital para darte una cita médica, para un paquete que estás esperando o incluso para un viejo amigo que ha cambiado de número. Pero no coges la llamada por miedo a caer en una estafa”. Para ello han ideado el método LAP, que consta de tres pasos fundamentales: Localización, Autor y Propósito. El primer paso, “L” de Localización, consiste en verificar el prefijo de la llamada. “Antes de responder a una llamada, hay que examinar con atención el prefijo para averiguar su localización. Si es diferente del 0034 de España, hay que abstenerse de responder a menos que se espere una llamada de ese país o tenga alguna relación con él”.
El segundo paso, “A” de Autor, consiste en confirmar la identidad del interlocutor. En este sentido, la Policía advierte de que si el interlocutor es conocido del destinatario, conviene comprobarlo mediante un código previamente acordado, por ejemplo, formulando una pregunta cuya respuesta sólo conozcan los dos interlocutores, como la fecha de nacimiento, el nombre de una mascota o el color favorito del destinatario. Si la persona no puede responder correctamente, esto debe considerarse una señal de alerta.
El tercer paso, marcado con una “P” de “Propósito”, hace hincapié en el propósito de la llamada. La Policía advierte de que, incluso si el interlocutor intenta acelerar la conversación con una respuesta rápida, el destinatario debe mantener la compostura y tomar la iniciativa en el diálogo. El riesgo potencial es que el interlocutor pueda solicitar datos personales e información bancaria o incluso solicitar fondos bajo diversos pretextos. Si esto ocurre, es aconsejable finalizar inmediatamente la llamada y bloquear el número.