Por primera vez en muchos años, el Canal Saint-Martin de París fue completamente drenado, lo que permitió encontrar hallazgos inesperados en su fondo.

Con el rápido crecimiento de la población parisina, surgió una urgente necesidad de agua potable. Por iniciativa de Napoleón Bonaparte, se inició la construcción del Canal Saint-Martin, diseñado para abastecer a la ciudad con agua del río Ourcq. El proyecto se completó en 23 años y, para 1828, se había creado una vía fluvial de 4,55 km de longitud.

Además de mejorar el suministro de agua, el canal ayudó a reducir la propagación de enfermedades asociadas con el agua contaminada, lo que aumentó significativamente la esperanza de vida de los parisinos. El éxito de este proyecto impulsó la construcción de dos canales adicionales: el de Saint-Denis y el de l’Ourcq, cada uno de más de 100 km de longitud. Su profundidad permitió la entrada de grandes buques de carga al centro de París, lo que impulsó el comercio y el transporte de mercancías. Hoy en día, la zona del Canal Saint-Martin es uno de los destinos vacacionales más populares tanto para residentes como para turistas.

Sin embargo, a lo largo de sus dos siglos de existencia, el canal se ha visto gravemente contaminado. Las autoridades municipales decidieron llevar a cabo una limpieza a gran escala, que costó a la ciudad 9 millones de euros. Durante el proceso de drenaje, se descubrieron reliquias de la Primera Guerra Mundial, como municiones, armas, coches antiguos e incluso monedas de oro.

A pesar de la contaminación, el canal albergaba numerosos peces adaptados a las condiciones. Durante la limpieza, se dejaron intencionadamente aproximadamente 50 cm de agua para preservar la fauna acuática.

También se encontraron decenas de bicicletas urbanas en el fondo, abandonadas en lugar de ser devueltas a los aparcamientos designados. Para sorpresa de los trabajadores, el fondo del canal resultó estar en mejores condiciones de lo esperado, lo que, sin embargo, no facilitó la tarea de limpieza.

Para concienciar a la población, las autoridades lanzaron una campaña informativa y asignaron fondos para la limpieza regular del canal cada 10-15 años.

Se puede lograr mucho uniendo esfuerzos. No solo el Estado es responsable de la limpieza de la ciudad, sino también cada uno de nosotros. Los ecosistemas dependen de nuestra actitud hacia el medio ambiente, y debemos cuidar la naturaleza, tanto en las zonas urbanas como en las rurales.