Un jubilado de Sindh estaba cansado de que los ciclistas atravesaran su jardín, así que diseñó la trampa perfecta

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Un jubilado de Sindh estaba cansado de que los ciclistas atravesaran su jardín, así que diseñó la trampa perfecta

Clarence Briggs se encontraba al borde del césped, observando lo que una vez fue un impecable parterre.

Los tallos de los tulipanes estaban aplastados, la tierra revuelta y los pétalos esparcidos como confeti por el césped.

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