Las cadenas hoteleras utilizan este truco para ahorrar dinero en los paquetes vacacionales. En verano aumentan considerablemente las reservas hoteleras de muchas personas que se dirigen a la costa para disfrutar de unos días de vacaciones.
Mientras las playas se llenan de tumbonas y sombrillas, los turistas se bañan en la orilla aprovechando las cálidas temperaturas. A la hora de elegir un destino, la mayoría de la gente se fija en el precio.